Consejos para cuidar el motor

Según la opinión popular, los motores más nuevos son mucho menos duraderos que los de hace años, que a menudo resistían el millonésimo kilometraje. ¿Estás seguro? Resulta que la mayoría de las unidades modernas pueden estar orgullosas de su durabilidad. Con una condición: si se utilizan correctamente. Es el descuido, la falta de servicio y los malos hábitos los que llevan a una explotación demasiado rápida de un motor equipado con tecnologías sensibles. ¿Cómo cuidar la vida útil del motor?

Elija un aceite de buena calidad

Para el correcto funcionamiento del motor, el llamado película de aceite, es decir, una fina capa de aceite que cubre las piezas metálicas, lo que permite un funcionamiento suave de las piezas móviles entre sí. La destrucción de esta capa hará que los elementos se desgasten más rápido o incluso provocará un bloqueo del motor. La selección de aceite de motor con los parámetros adecuados es fundamental. Al mismo tiempo, debe proporcionar un buen planeo, generar la menor resistencia posible, llegar a todos los recovecos y recovecos, y cuidar el arranque del motor y su adecuada compresión. Además, afecta, entre otros para una distribución óptima de la temperatura en el motor o para limpiar el motor de los depósitos de carbón, lo que también afecta la vida útil del motor.

Las instrucciones para cada automóvil incluyen: el tipo de aceite de motor recomendado, los parámetros requeridos y el intervalo de tiempo que no debe excederse entre cambios de aceite. Al elegir el aceite de motor óptimo, también vale la pena tener en cuenta las condiciones climáticas: el aceite con alta viscosidad a bajas temperaturas (por ejemplo, 15 W) puede generar cargas pesadas en el sistema de arranque en invierno y puede no proporcionar una lubricación adecuada justo después del arranque, cuando todavía es muy grueso. La frecuencia de los cambios de aceite es igualmente importante. Pierde sus propiedades con el tiempo, es diluido por el combustible, aparecen impurezas en él y no protege el motor, por lo que reparar el motor es solo cuestión de tiempo. Muy a menudo, el fabricante recomienda cambiar el aceite del motor una vez al año o cada 15.000. km.

Use solo combustible probado

Los motores modernos, especialmente los motores diésel, son extremadamente sensibles a la calidad del  combustible . Este es el resultado de tecnologías complejas que aseguran la combustión de combustible más eficiente y ecológica. Según los especialistas, no es necesario que le temas a estas tecnologías.

Para evitar daños en el motor, basta con utilizar estaciones de servicio que comprueben periódicamente la calidad del combustible.

La amenaza para la vida útil del motor no es, como podría parecer, el “bautismo” de combustible (que prácticamente no se encuentra), sino la mala infraestructura de la gasolinera. Los tanques sucios y dañados pueden liberar pequeñas impurezas en el combustible, que luego ingresan a nuestro tanque.

Aunque el filtro de combustible se encarga de atraparlos, después de un largo tiempo de contacto con combustible sucio, también puede fallar, dañando el sistema de lubricación, puede tener los mejores filtros con filtro para coches en las palmas.

En los motores modernos, incluso una pequeña partícula puede provocar una falla grave del motor, con mayor frecuencia el sistema de inyección. El combustible de buena calidad es de gran importancia, especialmente en invierno, cuando sus parámetros dependen del tipo de aditivos enriquecedores, por ejemplo, la prevención de la precipitación de parafina.

Caliente el motor antes de aprovechar al máximo sus capacidades.

Arrancar el motor es donde más se desgasta. Esto se debe a que aún no cuenta con una lubricación óptima en estos pocos momentos. Después de que se apaga el motor, el aceite fluye hacia el cárter de aceite y solo después de que se enciende el motor arranca la bomba que suministra lubricante a todos los elementos de trabajo. Aunque no se seca completamente en este momento, vale la pena salvarlo de cargas pesadas. Después de arrancar el motor, use su potencia con cuidado, no lo haga funcionar a alta velocidad y deje que se caliente a su temperatura de funcionamiento, que es la más segura para él. Por cierto, disiparemos un mito: no vale la pena calentar el motor cuando está parado. Esto no solo es una pérdida de tiempo y combustible, sino también el riesgo de ser multado.

Después del largo viaje, espere a que la turbina se enfríe.

Es perjudicial para el motor no solo al sobrecargarlo antes de que alcance la temperatura de funcionamiento, sino también al apagarlo demasiado rápido después de llegar a su destino. Esto se aplica tanto a los motores diésel como a los de gasolina equipados con una turbina, que se calienta durante la conducción dinámica o de larga duración. Para evitar que se atasque, déjelo enfriar antes de apagar el motor. ¿Cómo hacerlo? Basta con cubrir la última docena de kilómetros de ruta con la mayor tranquilidad posible, sin encender el motor a alta velocidad. Luego, el sistema de enfriamiento hace su trabajo y reduce la temperatura de los componentes sensibles del motor al valor óptimo. Sin embargo, vale la pena recordar que conducir a bajas revoluciones del motor, con mucha carga, puede dañar el motor más que conducirlo a altas revoluciones.